lunes, 17 de enero de 2011

288 - Mis animales domésticos

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Hoy quiero hablar de mis animales. Siempre me han encantado los perros, he tenido ya cinco perros, todos pastores alemanes. El primero murió; el segundo lo regalé; el tercero también lo regalé; el caurto murió y el quinto desapareció pero al final lo encontré y luego lo regalé.
También he tenido gatos. Tres más o menos. Quería relatar a través del blog que la perra se llama Thais y la gata Nikam. Los dos estaban unidos, aunque a veces cambiaban y se enfrentaban; a veces eran cariñosas y a veces jugaban juntas como veréis.
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Y ahora sobre mi último gato, gato persa peludo. Se llama de nombre "Gatito", es mezcla de rubio y naranja más o menos. El gato empezó a confraternizar con el loro, bueno loro no es, es periquito, de esos pequeñitos. Concvivieron juntos los dos, pero cuando fue creciendo el gato, observaba al periquito con ganas de cazarlo y comérselo. Se escondía en espera de que el periquito, que era libre de volar por la casa y en la jaulanunca estaba dentro ya que era libre y con las puertas abiertas. Siempre volaba por la casa. El gato persa con demasiado pelo, insistía últimamente, cuando ya había crecido, en el periquito con una obsesión continúa. Se escondía hasta que un día, precisamente, consiguió atraparlo y comérselo. Quedamos tristes porque era un periquito formidable con sus vuelos.
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El último relato. Mi perro, el último, era un pastor belga que se llamaba Zeus. Lo tenía desde que era pequeñito, como regalo, y fue creciendo hasta que, me parece, a los dos meses más o menos, perseguía al gato pequeño, simés de patas negras, el perro lo seguía y el gato, como es normal, salía fuera a la terraza donde tendemos la ropa y cuya puerta tiene un hueco por donde entraba y salía el gato. El perro trató de entrar y al final su cabeza quedó atrapada. Resultó imposible sacarla. Con bastante calma, tuvimos que coger nlas herrameintas y romper la puerta, aserrándola, para que la cabeza pudiera salir al fin.
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Esta es la pequeña historia de mis animales. Los dos primeros, la perra y la gata, no eran míos, eran de mi hijo mayor que se los llevó a su casa.
Otro día, cuando descubra más vídeos antiguos que tengo guardados, escogeré si encuentro algo interesante y os lo contaré a todos.
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