domingo, 8 de julio de 2007

SANCIÓN A UN PRESIDENTE


La noticia de la fuerte sanción emitida por el Comité Disciplinario del Consejo Superior de Deportes contra el presidente de la Federación Española de Deportes para Sordos es un ejemplo de cómo se han de regir los destinos de la FEDS y cómo funciona una cosa tan seria como es la entidad que tiene carácter oficial y cuyos gastos son sufragados, en parte, por el alto organismo deportivo español.
Que un presidente, en éste caso concreto hablamos de Emilio Basconcillos, utilice su cargo para llevar a cabo su venganza personal contra otra persona, a la que tiene especial inquina por los motivos que sean, tiene un denominador común que es ABUSO DE AUTORIDAD. No acaba ahí la cosa sino que llena de escarnio una entidad de reciente creación y que, a lo largo de diez años no ha hecho más que saltar de problema en problema. Excepción tienen los primeros cuatro años de vida de la FEDS durante los cuales los problemas se limitaron a ser internos por actitudes propias de niños en colegio de patio.
Especial relieve tiene esta ejemplar sanción de quién no tiene poder alguno de negar la participación de determinado jugador en competiciones oficiales organizadas por la FEDS y máxime cuando no tiene motivo esencial para llevar adelante ésta aberración.
Todos sabemos que existe un Comité de Disciplina Deportiva dentro de la FEDS y que éste es el único responsable que puede sancionar a los deportistas inscritos en la misma y siempre por motivos puramente deportivos, nunca por motivos bilaterales personales por rencillas de cualquier tipo.
Si un presidente ignora ésta condición de regir una Federación, no puede ser de ninguna de las maneras presidente de tal organismo y así lo han entendido en el Comité Disciplinario del Consejo Superior de Deportes con la sanción impuesta y que es la de tres años y medio sin poder ocupar cargo alguno en el organigrama de la FEDS.
La próxima asamblea convocada no puede ni debe permitir la presencia de Emilio Basconcillos. La sanción es firme en todos los aspectos y la comparecencia del sancionado está de más, por cuanto nada puede hacer por revocarla, ni aunque le apoyen todos sus amigos o representantes deportivos de clubes o entidades afiliadas o adheridas.
Los Estatutos están para regir la Federación, fuera de ellos ya no es asunto de la misma. Es asunto particular de tal o cual persona.
Esperemos que de una vez por todas, el amplio mundo deportivo silencioso español comprenda que llevar la FEDS no es llevar un club privado ni llevar una asociación de carácter socio-cultural.

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