Hola, buenos días. Hoy hablaremos un poco de un tema importante para los sordos. El título del tema “Problemas profundos de comunicación de los sordos”
Todos hemos probado ya cuando vamos solos a hablar con una administración, por ejemplo, el Ayuntamiento, la Diputación o el Estado. Con unos funcionarios nos enfrentamos para hablar, a veces tenemos suerte cuando el funcionario es claro con la vocalización y así entendemos algo, con lo que obtenemos beneficio. Pero, la mayoría de los funcionarios o trabajadores dentro del ayuntamiento, diputación o gobierno, por uso suele hablar rápido y con síntomas de estar cansado porque muchas personas van a consultar y no para de hablar; cuando por dentro están cabreados, no tienen paciencia. Esas personas, funcionarios que trabajan dentro del Ayuntamiento, de la Diputación o del Estado, suelen ser malos para comunicarse con los sordos, porque… a veces hablan con los labios cerrados, así no sabemos que dice. Le avisamos una dos y tres veces y entonces se enfada más hasta gritar tan fuerte que parecen un altavoz. Nos corta y a veces le pedimos por favor, que grita notándose las venas del cuello y por favor que somos sordos profundos y que gritando no ganamos nada y todo el mundo nos mira; ¿para qué? ¿qué piensa?, sólo nos basta los labios que vocalicen claro. Ya está, eso que le decimos hace que el funcionario se cabree más y grite el doble hasta que las venas se le saltan formando alas… ¿por qué? Eso no es justo. Deben hablar suave. El encuentro es público.
El problema es… que no hace falta que nos obliguen a llevar un intérprete porque somos hombres con personalidad y derechos como todos los españoles, como todo el mundo. Tenemos un derecho de enfrentarnos nosotros mismos y sufrir aprendiendo el habla y la comunicación con funcionarios que traban o con cualquiera.
Por eso es obligación del Estado exigir, gracias a la Ley de la lengua de signos, que el propio Estado obligue a los funcionarios, trabajadores dentro del organismo local o estatal deben aceptar formas de comunicación con los sordos. No obligarles con la Lengua de Signos, no. Es imposible porque eso es una cosa voluntaria. Sí hacerles pensar que es una persona sorda que no oye nada por lo que debe hablar vocalizando claro o bien escribir notas. Si la persona sorda no sabe leer bien lo que dice el escrito… entonces el funcionario debe escribir sencillamente dando facilidades. Ese problema ya he pasado muchas veces yo mismo al enfrentarme a personas, igual sean funcionarios que trabajadores o compañeros trabajadores de la empresa.
Hay algunos con mala leche que hablan con los labios muy juntos pero pegando fuerte y todos vuelven la mirada hacia nosotros, para reírse de la persona sorda. Eso es un poco enojoso y debe, esa misma persona, cambiar un poco si sabe que se enfrenta a un minusválido sensorial al que debe respetar si quiere que respetemos a él.
Normalmente, en la mayoría de los casos no pasa eso, aunque todos se creen superiores y marginan a los sordos manifestando su supuesta superioridad y creen que No, ellos no quieren. Quieren seguir igual. Ante esa postura, yo también como sordo, me planto e insisto en que no oigo tantas veces hasta que nos cansemos ¿Cuál el primero?
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