jueves, 16 de octubre de 2008

EL ENEMIGO ESTÁ EN CASA


Toda casa es un auténtico zoológico donde conviven miles y miles de animales, entre el perro, gato, peces, tortugas… hasta los invisibles ácaros (sólo pueden verse a través del microscopio) que llenan nuestros suelos, nuestros muebles y nuestras ropas.
Como sobre perros y gatos sabemos más o menos como son y como se comportan, así de los peces y las tortugas, vamos a centrarnos en los animales que no conocemos pero que viven con nosotros.

La humedad de ésta época del año favorece la proliferación de millones de animalitos cuyo tamaño es menor a 0,2 milímetros (entre 200 y 500 micras). Son los ácaros, principalmente los del polvo.
Estos ácaros producen alergia a un 10% de la población en otoño y en las zonas húmedas hay más de 1.000 ácaros por metro cuadrado, en zonas secas son más o menos unos 70 ácaros.
La limpieza del hogar, de la casa, es importante para combatirlos y evitar alergias que pueden desembocar en asma.
Muchas personas estornudan estos días, algunas pueden estar resfriadas por los cambios de temperatura, pero otras lo hacen a causa de estos ácaros que invaden su cuerpo.
Las condiciones de humedad y temperatura favorecen el desarrollo de estos organismos que producen asma, rinitis y conjuntivitis.
Estos ácaros se desarrollan más en las áreas cercanas a la costa.
Para prevenir es importante evitar la humedad, porque es el factor numero uno para que los ácaros se presenten. Es importante reducir la humedad ventilando bien la casa o usando aparatos deshumidificadores.
Si tienes aspirador hay que pasarlo especialmente cerca de las camas, (los ácaros se esconden dentro de las fibras), cuando tengan alfombras o moquetas.
También se encuentran en la ropa de cama, sobre todo las fundas de las almohadas y las sábanas. El cuerpo humano pierde cada día 28 gramos de piel, que se renuevan siempre, y ello favorece que los ácaros vivan a sus anchas.
Si tenéis hijos pequeños y éstos juegan con peluches, mete los peluches en el congelador del frigorífico dentro de una bolsa de plástico durante 12 horas para que el frío mate a los ácaros.
La ropa sucia no meterla nunca en los cajones, dejarla fuera. Hay que dejarla al aire libre, o cerca de una ventana abierta, porque favorece el moho si está dentro de cajones o armarios.
Último consejo: mete trozos de carbón vegetal en los armarios y cajones con ropa. La mantiene fresca y evita malos olores porque el carbón absorbe la humedad y evita el moho.
Mucho cuidado también con los cambios de armario en estas fechas.

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