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Hoy ofrecemos noticias. Hace poco, parece el martes, acudí a la tienda de un amigo sordo y dueño de un Estudio Fotográfico, para hablar y colaborar porque algunas veces yo participo con dibujos de caras.
Fue casualidad que en ese momento, cuando acudi con la moto y aparcarla, me encontré acorralado por muchos policías que habían acudido por la alarma ante una concentración de mucha gente y los dos, mi amgigo el fotógrafo y yo, acordamos entrar en el meollo, rodeados de muchos moros que ocupaban todo. Dentro del círculo había un coche atrapado por la grúa.
Esa calle de Mataró, está en el barrio Rocafonda que tiene miles de habitantes marroquís, argelinos y subsaharianos. Muchos, muchísimos viven ahí.
En este municipio, debéis saberlo, las calles de dos direcciones son pequeñas, no son avenidas, pues un coche desobedeció la regla y aparcó en doble fila. Lógicamente un policía local motorizado llamó a la grúa.
Cuando la grúa ya había enganchado el coche, se le acercaron muchos moros abroncando y silbando. El hombre que trabaja con la grúa se austó y, sin saber qué hacer, se encontró mal.
Por suerte, el policía local seguía allí con su moto, preparando la multa, y al ver el aumento de gente llamó por la radio pidiendo refuerzos que vinieron junto a los Mossos d'Esquadra, policía catalana, que congregaron varios cochespatrulla y también policías secretos, que que vestían normal y con cascos de motorista.
Salieron de los coches y eso nos sorprendió por la originalidad de los cascos de motorista dentro de los vehículos.
Salieron con porras contra la gente que gritaba y silbaba. El moro, dueño del coche, bajó rápidamente y se enfrentó al hombre de la grúa que se apuraba. Es un hombre pequeño y el moro fuerte y alto. Se enfrentó agarrándole por la ropa y exigiendole que devolviera el coche.
¡Uff! Hubo escándalo y la policía intervino agarrando al moro que se peleaba y lo arrojaron al suelo, le colocaron las esposas y se lo llevaron en una furgoneta.
Yo me encontré acorralado y sorprendido porque nunca había visto tantos moros reunidos con sus familias, muchísimos. La batalla con la policía me embelesó. Igual que en Marruecos; igual que en Ceuta en su barriada de El Príncipe; igual que en Turquia; igual que en Argelia… !Uff¡
Los moros suelen ser duros y carecen de respeto a las normas de España.
Si vienen aquí deben aceptar las normas españolas, de conducir, de relcionarse socialmente, etc. Los moros no quieren y desobedecen como punto uno. Lo vemos con tanta frecuencia que ya nos inquietan.
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