Un hectoparásito, el dermatobia hominis atrapa un mosquito y deposita sus huevos en el abdomen. El mosquito vuela de noche y se posa en nuestro cuerpo para alimentarse de la sangre al mismo tiempo los huevos del hectoparásito se desprenden del mosquito y aterrizan en nuestra piel. La horadan como si fuera buscadores de petróleo, al mismo tiempo la anestesian en una batalla contra las plaquetas que protejen nuestras heridas lo que hace que se hinche y pique mucho.
El calor de nuestro cuerpo abren los huevos del bibho y las larvas se arrastran rápidamente al agujero abierto por el mosquito. Luego cuando crece el bicho, se arrastra por debajo de nuestra piel.
Sabemos que las ladillas, ver foto, se transmiten por contacto sexual y que se refugian en el pelo del pubis, andando con sus gruesas patas. Suele alimentarse de la sangre.
Nuestros pies tiene siempre millones de bichos, ver foto, aunque nos lavemos con frecuencia siempre están ahí, son los hongos que viven en la piel por culpa de los zapatos cálidos, los calcetines y beben el sudor de los pies.
Las sanguijuelas que viven en ambientes húmedos suelen pegarse a nuestro cuerpo y abren agujeros por donde chupan la sangre, ver foto, infectándolo con su saliva para que se mantenga abierto.
En todo caso, no existe remedio, ni jabones, ni medicinas, nada pueden quitarnos los bichos de nuestro cuerpo.
Ya os he explicado que el ser humano es un mundo dentro del mundo. En el mundo viven personas y animales, en nosotros viven bichos y ácaros. No he hablado aún de los bichos dentro del cuerpo humano, eso será otro día.
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